miércoles, noviembre 25, 2020

Arrebol

Una vez quise saltar y llegar a tocar el poema.

Tomé impulso, flexioné las rodillas y me elevé torpemente.

Y en pleno vuelo rocé la nada, me estrellé en incertidumbres, y vi el futuro.
El futuro.

Este poema efímero y silbador.

jueves, abril 23, 2020

Soneto fallado

Digerí un rato largo la ocasión en atavíos propios de este caos. En siluetas de la luna, y los pesados artilugios, al momento de la acción.

Me persigue una horda intermitente de algo que no sabría describir. Van envueltos en un látex adherente, parecen serpientes queriendo escupir.

Olisqueando el ambiente cual sabuesos. Con los pies llenos del barro, tal vez, en una de esas me logren alcanzar.

Pero no conocen como yo estos suelos, ni entenderían esta existencia al revés. ¡Que me permite vivir sin respirar!

jueves, abril 02, 2020

Los vagos




I

Encallado en el lomo de la noche
cargo un vacío que duele a rojo cereza
y domino la ciudad desde doce pisos de altura
(No hay edificios más altos,
y en todo caso,
este es mi edificio.
El número tal de un barrio cual)
Si me lo propongo, cuento las luces
y las sombras y los ruidos.
Y las divido
en viejas luces de un amarillo enfermizo
y en nuevas luces de un blanco azulado.
Y puedo dividir las sombrasen sombras cuadradas
y sombras amorfas.
Y los ruidos, en ruidos que no son de vida
y ruidos que no son de muerte.
Pero semejante censo es innecesario.
No es ese el impulso que me mueve.


II

Solo en la barriga del día.
La ciudad de claras paredes es como
una quimera de aspecto suavemente sarnoso.
Y descubro, mientras camino,
que conozco demasiado bien sus aceras
y conozco demasiado bien su cielo.
Aunque a veces, lo confieso, advierto las casas.
Las viejas hermosas casas en pie.
Las nuevas ostentosas, y horribles casas en pie.
Siempre me sorprendo cuando veo a alguien salir de una casa.
Si me lo propongo, puedo contarlas.
Pero recuerdo esa historia del prisionero en su celda.

Ah, la ciudad.
Podemos vagar por sus calles
sudando, desabrigados.
En verdad,
somos sólo otros esclavos,
aunque podamos vagar.

miércoles, octubre 02, 2019

CYSEPDET

No conozco al poeta de este tiempo
aunque me gusta bajarle la bragueta
y ser el poeta de este tiempo.

Amalgamarme al vacío y
tropezar con las sombras que, cuando el día se acabe,
sabré que se repetirán como se repite su bragueta húmeda,
poblada por las bocas de todos los poetas de este tiempo.

viernes, agosto 16, 2019

El jardín pasado

Antes, sostenías poco tiempo la mirada pero menos tiempo aún el silencio.
Ahora, tratás de medir la profundidad de los ecos.

Antes, cuestionabas las palabras que escribías.
Ahora, leés hasta las instrucciones obsoletas de las piedras.

Antes, huiste al secreto refugio donde los hombres cansados se encuentran para aliviar el sinsentido de su hastío.
Ahora, volvés al lugar que abandonaste y lo notás similar a los anteriores.

Y aprendés que perdiste la facultad del asombro y llorás por no haber cuidado el jardín.

lunes, abril 08, 2019

No se la bancaba


Es cuestión de entender la congruencia,
de saber que no existimos solos,
de aprender el oficio de paciencia,
de aceptar que el infierno son los otros.

Lo decía Sartre, que no se la bancaba,
y por eso la tiraba para afuera.
Yo prefiero no creer tal parrafada,
es conmigo y con nadie más la guerra.

Suelto a vuelo de contradicción y no
pienso aún renunciarme sin embargo
tengo cada vez menos pretensiones.

El futuro es sombra y es letargo.
Aún tratando de descubrir un sino,
no es posible aplacar las emociones.

domingo, abril 07, 2019

Orillar

El fino hilo que conecta nuestras mentes,
cuando se mueven de un lado a otro,
es impasible.

Nos ata a la consciencia

como, a la tierra, una flor.

Y en un desenlace nefario
tu espalda se trastoca
y orilla, a un costado, la razón.

miércoles, abril 03, 2019

Seremos viento

Seremos los dos, puros despojos,
arenas que nunca dieron las horas,
palomas que esquivan los robadores
llevando mensajes a la gayola.

Seremos, entonces, la mansedumbre
del pobre religioso anestesiado
y aunque no quieras, puta costumbre,
ser inocente y quedar pegado.

Seremos grito aunque nadie oiga
y para nosotros es necesario
dejar constancia de que estuvimos.

No nos importa que alguien lo sepa,
ni que de esto cuenten historias.
Solo ser viento y dar remolinos.

Me suicido hoy...

Esta no es la razón que me amanceba 
al vademécum de mis desventuras, 
ni la última gota de ginebra, 
ni el venir a poncho, tu hermosura. 

Esto no es ventolín a la marchanta, 
hacienda baguala, ni pie de atleta. 
Tampoco por arte de birlibirloque 
se transforma en sustancia la receta. 

Escribo porque no tengo recuerdos, 
para negarme al reloj guardado, 
que gira, en el grillo de camisulín. 

Me suicido, hoy, antes que el yerro 
se haga un gigante desalmado 
y lo bauticen de nombre Agustín.

Los rincones

Casi siempre que cambio de mirada
lo hago con virtud de tramoyista.
Me pierdo en distópicas propuestas
que ensayas después de las sonrisas.

No encuentro a Erasmo en la playa,
ni a Panero fumando en el jardín,
pero escucho de lejos una orquesta
entonando en la luna un vals sin fin.

Más lejos, cada vez, de los del Abasto,
de opertuso tengo vida todavía,
aunque aburra tardes a montones,

Quizás porque jamás fui naricero,
no me llama pelarme en carne viva
si remanyo que hay en los rincones.

domingo, febrero 24, 2019

El truco escondido

Envuelto en hojas de palmeras, en el hambre sideral,
así lucho en la gravedad con las cosas calladas.
Con tus intenciones volátiles,
cómo plumas encerradas en almohadas,
a punto de estallar.

Y el desconfío permanente que tratás de disfrazar de conciencia.
Actos olvidables, inconsistentes y exuberantes,
que reflejan un imagen poco real.

Toda la cola extendida del pavo real,
todas las poesías saltando al vacío.

En el plato es más fácil encontrar el pelo,
y aún así buscamos granos únicos en la arena.
Más allá de la visibilidad, al mundo nublado,
arribó mi apuesta.

Una textura entramada de tramas, conspirativas,
en lenguas muertas que gritan ofensas.
Los títeres de celofán, danzan montados
a una brisa orbital que los arrulla.

No te acostumbres al sonido de un alma al romperse,
seguro habrá abrigo en algún lugar,
o en la luz que reflejen las ideas sobrevivientes,
o en la paloma remontando vuelo desde la galera.

martes, febrero 19, 2019

El combustible

Esta noche se olvida, dijo él. Y el caballo no galopo más.

Recuerdo a ella y sus pantalones estampados, pegados a la piel,
marcando los muslos al igual que la figura de un equino
que yace muerto en el asfalto.

El asesino se obstina en olvidar,
olvidando que el combustible de la memoria es la sangre.


viernes, febrero 15, 2019

El desperdiciado

No hay camino, yo soy el camino.

Soy las ampollas, de las que brotan mis consecuencias, cuando las atravieso con el extremo de esta aguja enrojecida por la llama aumentada de mi encendedor brasilero.
Soy los partidos vistos a través de la vidriera de alguna tienda de tecnología.
Soy los restos que abandonaste, en la bandeja plástica del patio de comidas, y ahora devoro.
Soy la espuma, del piso, de tu vaso vacío después de una tirada.
Soy las duchas de la Martín Fierro.
Soy la extensa fila, que conforman impacientes rostros desencajados, para comprar las pálidas lágrimas, abrigadas en rojas bufandas, del bajo Flores.
Soy los ojos que me esquivas.
Soy los tabacos que fumás a medias porque perdés el subte.
Soy el lecho de cartón, soy la almohada de pullover.
Soy las uñas de un gigante, que cargan lo mismo que un arturito.
Soy Primera Junta a las 20:30 hs.
Soy la verdad, la más puta, la inevitable, la que miente.
Soy la vida olvidada, que es pura muerte, y chorrea, golpeando tu cabeza, hasta empaparte de esta crueldad.

Soy el desperdiciado, nadie viene al ocaso sino es por mí.


sábado, noviembre 17, 2018

Postales

Hubo un pecesito bueno,
tan bueno que acariciaba la corriente.

Dio cuatro giros enteros
acariciando una ola.
Una tan bonita como sus giros y caricias.

...

Revuelven las ollas, el espacio de luz se redujo a migajas y los bailes rituales.

Terraza hueca colmada... lloviznas sencillamente deliciosas.
Colores ciegos.

...Bajo tierra... hebenes. Uniformes de los vacíos.


domingo, octubre 14, 2018

Reposo

A cada muerte, la persigue el repaso incurioso del llanto.
¿Por qué no sonreímos a los muertos?
Estoy convencido de que ellos ríen de dejar esta tribulación.
Hay en sus caritas pálidas una estela imponente. Es la rueca de su sadismo.
Los muertos bailan y se cogen, los muertos no se cuidan ni se esconden.
¿Qué no ves el mundo al revés?
Atrás del espejo, dejé mi cara y mi máscara. Y mi nueva cara es rojo hemocereza.
Me arranqué a bocados la piel, y me sentí excitado por primera vez (como la primera vez).
Mi cuerpo entonó una canción sorda de placer eréctil y fue infinita.
Me envolví en sus sábanas, cagándome en mi vergüenza de eunuco.
Dharma y reposo. Todo lo que fue cuerpo se revolucionó en un confín de armonía placebo.
La muerte vive en su lujuria primavera. Baila, nos coge, y no se cuida.


Mientras nosotros nos creemos el cielo y la tierra, y el cielo y la tierra. Y un temblor nos recorre y recuerda el trastorno de estar vivos.

martes, julio 17, 2018

Persuasión


Sube un tipo al subte, dice ser "instructor internacional de Yoga", le hago unas preguntas y responde otras, mientras se aleja enfundado en un violento naranja Sai Baba.

Sube otro tipo, dice tener un hijo muy enfermo, habla de un cáncer que día a día avanza deglutiéndole el cerebro hasta convertirlo en un puré gris.
Sube otro más, no dice nada, golpea el piso de manera espasmódica con su bastón y agita una lata de jardinera, haciendo que un puñado de monedas reboten contra el vacío metálico.

Son todos mentirosos, yo los conozco bien, bebo con ellos todas las noches en el piringundín de Guardia Vieja y Mario Bravo.

Luego voy a subir yo, voy a recitar poesía (o sea, voy a mentir), y vos también me vas a creer.

domingo, abril 08, 2018

Imagen y semejanza



I
Anteayer vi a Dios
era casi de día
las putas abandonaban las calles de Once
para dormir en Azul o en Lua
y los pibes laburaban celulares.
Mientras yo veía a Dios.


II
Desde la cima de mis pensamientos 
escuché moverse tras de mi
algo similar a una cabeza flotante
que me hablaba:
«Yo soy la piedra»

Y al rato todo volvió a ser agua.


III
El silencio
lo que se construye en el silencio
lo que se mueve atrás nuestro.

No estamos bien
me lo dijo Dios.


IV
Anteayer vi a Dios.
Tenía las manos gastadas y el cuero seco.
Su voz era un gimoteo leve.


V
Se parecía a mí.

martes, abril 03, 2018

Alteraciones de la vigilia



Adopté tu animal alterado
ese que camina sobre un pata
y estalla en estridentes perlas
cuando no sabe donde ir.

Nos mantuvimos en vela
sólo unos cuantos siglos
esperando escribir el manifiesto de la angustia
y cuando nos vencimos nos encontramos embarcados
con el animal de nadie en la más ardiente penumbra,
esa que quema los ojos en la vigilia
y le hace brillar su costado más hermoso
hasta volverme su animal.

jueves, noviembre 30, 2017

Una lectura (un párrafo)

Todas sus armas nos apuntan, mientras nuestros ridículos dardos no encuentran nada contra lo que disparar sino una histéresis, una rígida nada, un fantasma capaz de absorber cada chispa en un ectoplasma de información, una sociedad de la capitulación regida por la imagen de la pasma y el ojo absorbente de la pantalla televisiva.


martes, noviembre 14, 2017

Misterio amarillo jaspeante

El cielo es mucho más bajo acá,
dónde hay más verde que en tus casas
y las sonrisas, en el aire dulce,
son permanentes.

Bajo hartos gritos, escribo.
Acerca de este misterio amarillo jaspeante
que hoy me mantiene desvelado.
Y acerca de los kilómetros de pasto a mi alrededor.

Y no sé si tengan relación alguna estas esferas,
ni siquiera sé si quepan la una en la otra.
Aún empujando con la fuerza de tus pies.

De todos modos no es algo que me importe,

yo nunca me imaginé el mundo sin puertas ni amarillos.

jueves, octubre 19, 2017

Caricias

No hay ideas, hay pocas imágenes. Y ese silencio.
Se ve el monte detrás y mas allá un monte, más monte.
El bosque de mayor altura, salta. Se figura.
Hará bien a la distensión la llama.
Veo sobre la cara suya la mañana y formadas nubes son caricias.
No inquietando.
Así ella paso por aquí....

Extrañaba ciertos aromas de recordada sensación.
Un rosado entre figuras por sobre doradas copas de árboles y el mencionado aroma allí.
Podía sentirlo, verlo, escucharlo. Ahí estaba.
Me oye. Me mira. Aquí es donde estoy, ahí es donde me dirijo....

Solía estar con las personas en plena empatía. Carnavaleando paganamente, limpiándonos con caricias multidimensionales.

miércoles, abril 05, 2017

El ritmo de Agosto

Los parques descuidados me devuelven 
imágenes de transa camuflada; 
y fuegos de artificio, se sostienen, 
de un balcón de Godoy Cruz de madrugada. 

Donde llevo a fugaz acompañante 
mientras Dani está en observación. 
Donde hoy quiebro todo, más que antes, 
por no saber decir basta a la ocasión. 

Tras un silencio de farmacología, 
los demonios se me ponen descorteses 
y queman las razones en mis ojos. 

El cuarto se arrugó de tantas veces 
que descendí, al hall, por si venía 
ese que anda pesado y ojeroso.

martes, agosto 27, 2013

Hojas y pasto



1.

Mis ánimos hoy traen más peste que yo.

Quiero nada querer,
desentenderme.

Y, no obstante, algo hace que algo quiera.
Interprete soy de tal suceso.

Quiero algo. Algunas-cosas.


2.

Atención/desantención.

Jinetes, escolares. Proximidad de semáforo.

Más allá acontece algo. Esas algunas-cosas.

Bastaría tener dedos no tan inmóviles y aun más desatención...
para, sin mirar qué-cuales, serpentear.

3.

Mira. No es tan inocente como lo consideran.
En un gesto de frialdad enmudeció a sus escuchas. Y enmudeció él por frío que fue.

Vino a que es una llama.
Una. Como de encendedor uno.
Se enciende/apaga hasta cuanto dure su combustible o chispa. Es habitual.
Viene en forma de engranaje. Accesorio.
La mención es por si quiere usted adquirirlo cual mercancía de vidriera.
Y de eso se trata.


4.


Con chispa y soltura de combustible,
da llama de tiempo y tamaño controlables que servirá en un uso (o varios).

Y esa llama no será la misma...
alguna de sus tantas veces.

lunes, septiembre 24, 2012

Un atajo posible

acabo de quemar la comida por segunda vez.
del living a la cocina
tengo cuatro caminos y un atajo.
ahora, en este mismo instante
pateo a mi perro por que mueve la cola
y me encuentro un cigarrillo en la mano.

creo que algo me está pasando...
soy tan repugnante cuando no me llamás
que hasta yo me deseo la muerte.


domingo, septiembre 23, 2012

Tu aparato de soñar

acostado, al costado del aparato de soñar
que te robé en vísperas de una navidad.
es tan deforme que a veces tengo ganas
de deshacerme de él, pero soy incapaz.
a veces siento a la policía tras de mi,
por eso ya casi no salgo a vivir.
me siento a mirarlo y tomo café,
trato de adivinar que habrá soñado.

¡cuánta sangre ha brotado!

ya no sé lidiar con el insomnio que me provoca
tu aparato de soñar.
algo me hace conservarlo.
cómo si no existiera nada más,
una soga que me ata a la consciencia.
para no matarme.
para no olvidar.

es lo único que me queda de vos.

un aparato de soñar, en formol.

sábado, agosto 11, 2012

El principio de todo final

Nadie besó el vacío de esconder la excepción.

Detrás hubo destinos que negamos con fervor,
y rompí, y corté,
y rompí la belleza en discursos con tos,
y caí sin saber de mí y fui corteza.
Cadavérico sol.

Y cuando despertamos, me hablaste de vos,
me aburrí y descubrí que eras guerra.
Mi paz de bronce no tuvo más rol,
Se agotaron las apariencias.

Mientras el día se sigue espejando,
en pos de los deseos arrastramos a un animal sediento

ya sin fuerzas para morder.

Espiral (canción)

Yo, que mentí cómo si vos
entendieras que era así.
Lo demás fue un espiral
y ni hablar del corazón
que se quedó en un rincón.
Bebiéndome a mi.

Hay que vivir sin traicionar,
yo nunca lo pude hacer.
Por eso es que me encontré
de un día a otro en mí.
Respire sin respirar.
Ahogándome así.

No digas que no me arranqué las muelas,
no digas que no me viste volar.
Si aquella noche sin redes ni planes
saltamos al vacío y fue verdad.


lunes, abril 30, 2012

El centro del mundo

Tirado en la cama encendí otro cigarro de esos que no tienen sabor,
de fondo es amargo pero si se apaga me vuelve la idea del amor.
De aquella mañana en que amanecí sólo y vos a unos metros nomás,
jugando a los dados de los engañados te hiciste la actriz de Godard.
Después a los días que fueron pasando, yo no los voy a contar.
Nuestro reencuentro fue tan absurdo, pediste perdón y jamás
creí en tu palabra pero sin embargo imposible me fue despegar.
Seguimos bailando por casi un año entre los nos y los sis,
mientras pasaban las horas, los meses y yo borracho en el bar
escuchando tangos de los que amaron sin nunca saber cómo amar.
Mi casa era fría, no tenía agua, apenas si había gas y lo prendía
a la noche esperando que el óxido se apiadara de mi soledad.
Vos te fuiste lejos, al centro del mundo dejándome sin la ciudad,
yo soñé tu vuelta mientras me trataban en nombre de Jacques Lacan.
Hoy parezco otro pero soy el mismo canalla que te prometió amor
y todas las noches de insomnio y tabaco me vuelve la idea de los dos.


sábado, abril 28, 2012

La nueva muerte

Todo tiempo fuera, muerto, poblado de ausencia, es un catalizador. Hoy después de un poco más de 2 años, este espacio revive y será uno nuevo, transformado en lo mismo, para nunca repetirse.

jueves, mayo 06, 2010

El destino del maxilar


Ahí cuando dió vuelta la última página, respiró. 
Y se puso a pensar en la abstracción, o en lo que algunos mal-llaman evasión. En realidad se abstrae cuando se piensa como aislado aquello que no está hecho para existir aisladamente. Y él nunca se pensó a si mismo de ese modo. Al contrario, siempre fue un soldado de las empatías, un anarquista frente a la soledad. Y sin embargo, se encontraba desde hacia meses en el mismo cuarto, leyendo aparentemente el mismo libro que acababa de culminar, sin saber de días o noches, de tiempos o estado, de miedos o catástrofes. 
Adherido a la lectura y en paradójica armonía, allí no hacia falta nada. 
Y ahora el pensamiento, la eterna prisión cerebral que no puede detener, cuando se termina la obra. Y la angustia de la abstinencia. Ahora la vida, y abrir las ventanas. Ahora saber que lo habían buscado. Ahora tener que explicar que pasó. 
Se levantó y caminó hasta el baño, unos minutos más tarde se dirigió a la biblioteca y descubrió que quedaba un libro, el único sin leer de todas esas herencias, ofertas y antologías. Lo tomó y enseguida sintió el escalofrío, esa sensación en la boca, volvía a decidir callar.


domingo, mayo 02, 2010

Ala rota

ave

una parte de él se voló

ave

una parte de él ya no es

un ave

desastroza

que perdió la ansiedad y encontró

al vacío una forma

derramando su mitad de sombras

y entramó al comprender

el instante en que todo se ahorca

un ave

que se añora

desde el centro mismo

de las horas

que se pasan con la hambruna

de omitir la promesa primera


y dio fin

al fin en si

de su vida que al sol se apagó

jueves, abril 15, 2010

Placer lacónico

Hoy la humedad se me fue con las horas.

Los más bellos pretextos para escapar con la parcera y gargantear una cristal. Con la lluvia en el impermeable, sabiendo que se hace tarde (la evidencia la enmarcan los tres negros que duermen en el común arrugado) y aún así olvidando lo que me atañe.

La ciudad se coarta un cabaret al sur, y sus piernas cenitales sobre el grís revelan los más absurdos interrogantes.


Nos decimos historias de panzas y paramilitares. De drogas y paraculturales. Del viaje y su soledad.

Y mientas cruzamos esa interminable avenida, dejamos un día viejo devorando nuestro aliento. ¿Dónde más? Sino en San Telmo.

martes, abril 13, 2010

Todos los días

Todo los días de sus 8 años caminó en círculos por sus sueños de vida. Esos que hacen retorcer las barrigas de los tipos más hijos de puta. Todos los días pensó en arcoirís de juguetes y baldeó los pabellones de ojos húmedos. Yugó contra los parásitos que le hacían cosquillas. Trepó hasta lo más blanco anudado de nubes. Todos los días sonrío, sin saber por qué. Y todos los días conversó a un angel. Todos los días debe hacer lo mismo. Montado a algún león, que le come su corazoncito y lo devuelve hecho jardín. Todos los días su misterio me hace temblar, y no puedo más que sonreir con él.


Algo sobre las huellas

Hube en cientos de ciempiés distintos,
que somatizában en ardor y obsecuentemente se arrugaban.
Trabajabamos los laberintos, practicando la bilocación.
Cada cual perseguía un triciclo, que chillaba óxido.

Tras un tiempo nos deteníamos a observar de reojo el reloj.
Fácilmente decíamos cosas que olvidaban lo que eramos
y cabia el sentido en una copa, que traía un sendero arbitrario,
algo muy parecido al amor.

Lo que perdía su anonimato, era el dolor.

Frutas en los mediodías, truchas de muecas sonámbulas.
Frentes de los paradigmas, barcos hundidos del aura.
Reglas que regulan los actos, prácticamente torcidas.
Brutas memorias de santos, pueblos de hormigas prohibidas.

Lo que urgía en el bajo, y tambaleaba, era patear nuestras pieles hasta que cambien de color.


martes, abril 06, 2010

El parque de la luna

Mientras yo me quejaba del calor y las prohibiciones, a ella le crecía un gusano en el estómago.

Compartiamos el mismo metro cuadrado aunque nunca nos habíamos visto, ella había llegado en un tren de carga, atravesando el país sólo para estar allí. Yo me ufanaba fumando de esa situación cotidiana.
Pasaron las melodías, las pasajeras en el aire, los hombres de papel de diario. Al final nos unimos en el réquiem del parque de la luna.

Ella tenía que volver a las vias, yo me iría a por una pizza.
Es extraño creer que el mundo tenga los pies tan pequeños.


viernes, abril 02, 2010

El alborotador

Detrás de la sonrisa inolvidable, y la pequeña silueta del natural.
Llegaba y armaba un follón.

Ahora esa sonrisa se desdibuja en digital, ya no ilumina el mediodía.
Ni cada instante que volteaba.

Su cuerpo encogido, siempre tendiendo a desaparecer.
Y el momento postergado por la huída.

Sólo quedó el sol naranja... ¿o es qué cambiamos tanto?


miércoles, marzo 24, 2010

Salió mal

Trago, tengo incipiente amnesia.
Pongo las manos bajo el agua y luego la cabeza.
Recorro cómo un plan los rincones del olvido.

Sin dudas, esta vida iba a ser otra y algo salió mal.

La mañana fue cómo una ciénaga,
interpreté a varios puertos.
Luego fui a hacer el dinero.
(todos nos arrodillamos frente a nuestra política).

Más tarde inventamos inconsumaciones,
y se hizo la gimnasia que elegimos curtir.

Juraría y aún tengo esa sensación. Juraría que estuve dormido.


martes, marzo 23, 2010

No hay predicción acá

Me subí a un ascensor empezado
y bajé tres pisos con los nativos.
Hicieron valer su antigüedad allí,
ocupando los lugares más comfortables.

Sólo bajé tres pisos en cámara lenta,
cómo si el mundo dejara de pestañar.

La eternidad no se puede predecir.


domingo, marzo 21, 2010

El último paracaídas

Encendióse el cigarrillo en su boca
y esculpió con humo una enorme pregunta.

¿Detrás de que influjo caminamos?

Las respuestas fueron noches y la luna siempre se acercaba a la verdad.
Luego se dormía, mientras yo construía un paracaídas.

Fuimos cómo viento de tierra, nos perdimos volando en la ciudad.


sábado, marzo 13, 2010

Tratando de gritar en silencio

Al parecer el mundo gira.
Es curioso cómo uno piensa que se encuentra detenido en el tiempo y de repente la realidad da un salto y lo sitúa en anegaciones.
(En la otra orilla brillaba un glaciar).

El más justo sinónimo del silencio es el terror. La certera consecuencia del designio karmático. El ombligo que ya no se divisa.
(Transpolando sus pelusas a los ojos).
El accidente vaticinado.

Miéntras la copa se vacía, y uno sabe que en el fondo sólo existe vacío. El lugar más visitado, se evidencia en la partida.
Desterrada y pública,
de este imbécil errante.


jueves, marzo 11, 2010

El cuadro que abandonaste

Hoy hay morir en mis suelas, piso muerte a todo paso.

Hoy morí en tu homoplato
cuando los besos dejaron de barrer
las tristezas que allí se posan.

Por la mañana un hombre murió
en su disfráz.

Al mediodía otro hombre murió
en evidencias.

Por la tarde varios hombres murieron.

A la noche, todos esperan morir.

Hacia tiempo que no tenía esta sensación,
que no veía cómo se me escapa el sentido.

Que no abrigaba mis manos con la playa que invade tus caderas.
Ni expelía metafísicas descomprimidas en el estómago.

Hoy volví a dormirme en el cuadro
que prometiste armar en el piso de madera
y soñé sólo la desolación de nuestras pieles secas.

El cuadro también había muerto,

aunque no puedo afirmar que sucedió hoy.

lunes, marzo 08, 2010

La fuga que ejercito

¿Vamos a volver?
¿Al aspero sabor del domingo, que retrasa la ansiedad en sus hebras?
¿Cayéndonos detrás de amores que sólo engordan las guerras?

Husmeamos pegados al suelo,
tratando de seguir el ritmo.

Tragando en mordiscos ajenos, saliendo a detener la lluvia.

Habiamos sido pedazos de hombres, echando carne.
Matando cómo única opción.

Hoy fraseamos en cuadernos lo que inventaron con ajenjo.
El lenguaje es tan moderno, pero no engaña al tiempo.

Me inquieta pensar que sos mis manos para agarrar.
Alivio en el temporal.

La fuga que ejercito, deporte de madrugada.


domingo, marzo 07, 2010

Song (lo que desaparece)

Ya tuviste mis manos al reves,
y todo lo que silba la melancolía.
Pero nunca encontraste la razón ni el porqué,
y deshiciste mis venas en el agua tibia.
                              
Sobretodo vos fuiste el pincél
y la lluvia de la noche fue más que la risa.
Lo que hubo en agosto fue transporte y pies,
derrumbando la nube de la propia huída.

Casi siempre que me decís tu piel.
Yo sonrío, herrumbrando todas las mentiras.
Y después de diez mil minutos más
somos óxido en la inocencia de la ideología.

Compartimos el día y la visión
de una noche nos transforma en pirañas activas.
Toques del país de la producción
de amantes de los presos de las avenidas.

Fáciles son los enigmas que usas
para decirme al oído que haces cenizas
las historias de noches de ultramar,
de silencios sanitarios de psicología.

En la alfombra estan escritos con fé
todos los principios de las utopías,
de los vagos sueños de la gravedad,
de ser el que siempre construye las ruinas.

Todo lo que sos y lo que mostrás
deja en tu ventana hojas amarillas,
de los mitos de alguna ciudad
que vivís tratando de ahogarle el día.


miércoles, febrero 17, 2010

Los recuerdos que sólo temen

El hombre esquiva la esquina
y se encuentra con su destino de frágil ideal sólo.
Casi cómo estar nadando y conocer a una flor ahogada
que ruega por ser secada.

El hombre se despierta
y trata de recordar los recuerdos en el charco.
Es que lo fugaz titila y desaparece, otra vez.

Nombrando a la musa, camina y se espuma,
el hombre que teme al querer.
Y sobre las piernas escribe memorias
en hojas que avivan su fé.

El hombre desea que nunca se acabe
en su mente la idea de ser,

el hombre que sueña, que siempre él sueña,
que sueña que no teme ser.

Invisibles

las flores salvajes no necesitan matices,
no necesitan amarillos cómo los girasoles,
no necesitan blancos cómo los jazmines,
no necesitan la paleta de las fresias.

las flores salvajes, cómo vos, se burlan de lo que existe,
por eso nadie las ve.


jueves, diciembre 24, 2009

Lágrima y río

Quemaban los championes con el sol,
arrugaban colchones y se metían la luna en la ratona.

Engordaban, año tras año, pausando las horas amargas.

Cómo frente al Solís, doblados por el plomo gris,
inventaban las trompetas con los perros acostados
al costado de si mismos.

Compraban mientras les hablaban por la espalda,
vendían sus lágrimas al río.


Sucedío en Montevideo.

martes, diciembre 22, 2009

Vista desde arriba



Piedra lisa desmembrada
y su granito es arena en los paladares.

Cuando miro las montañas espejadas
con sus bosques de madura inocencia,
es caricia de la nada espectral
con romance imponente y fálico.

Sos del caos y del silencio.

Voy a vivirte y reir.