domingo, febrero 24, 2019

El truco escondido

Envuelto en hojas de palmeras, en el hambre sideral,
así lucho en la gravedad con las cosas calladas.
Con tus intenciones volátiles,
cómo plumas encerradas en almohadas,
a punto de estallar.

Y el desconfío permanente que tratás de disfrazar de conciencia.
Actos olvidables, inconsistentes y exuberantes,
que reflejan un imagen poco real.

Toda la cola extendida del pavo real,
todas las poesías saltando al vacío.

En el plato es más fácil encontrar el pelo,
y aún así buscamos granos únicos en la arena.
Más allá de la visibilidad, al mundo nublado,
arribó mi apuesta.

Una textura entramada de tramas, conspirativas,
en lenguas muertas que gritan ofensas.
Los títeres de celofán, danzan montados
a una brisa orbital que los arrulla.

No te acostumbres al sonido de un alma al romperse,
seguro habrá abrigo en algún lugar,
o en la luz que reflejen las ideas sobrevivientes,
o en la paloma remontando vuelo desde la galera.

martes, febrero 19, 2019

El combustible

Esta noche se olvida, dijo él. Y el caballo no galopo más.

Recuerdo a ella y sus pantalones estampados, pegados a la piel,
marcando los muslos al igual que la figura de un equino
que yace muerto en el asfalto.

El asesino se obstina en olvidar,
olvidando que el combustible de la memoria es la sangre.


viernes, febrero 15, 2019

El desperdiciado

No hay camino, yo soy el camino.

Soy las ampollas, de las que brotan mis consecuencias, cuando las atravieso con el extremo de esta aguja enrojecida por la llama aumentada de mi encendedor brasilero.
Soy los partidos vistos a través de la vidriera de alguna tienda de tecnología.
Soy los restos que abandonaste, en la bandeja plástica del patio de comidas, y ahora devoro.
Soy la espuma, del piso, de tu vaso vacío después de una tirada.
Soy las duchas de la Martín Fierro.
Soy la extensa fila, que conforman impacientes rostros desencajados, para comprar las pálidas lágrimas, abrigadas en rojas bufandas, del bajo Flores.
Soy los ojos que me esquivas.
Soy los tabacos que fumás a medias porque perdés el subte.
Soy el lecho de cartón, soy la almohada de pullover.
Soy las uñas de un gigante, que cargan lo mismo que un arturito.
Soy Primera Junta a las 20:30 hs.
Soy la verdad, la más puta, la inevitable, la que miente.
Soy la vida olvidada, que es pura muerte, y chorrea, golpeando tu cabeza, hasta empaparte de esta crueldad.

Soy el desperdiciado, nadie viene al ocaso sino es por mí.