miércoles, febrero 17, 2010

Los recuerdos que sólo temen

El hombre esquiva la esquina
y se encuentra con su destino de frágil ideal sólo.
Casi cómo estar nadando y conocer a una flor ahogada
que ruega por ser secada.

El hombre se despierta
y trata de recordar los recuerdos en el charco.
Es que lo fugaz titila y desaparece, otra vez.

Nombrando a la musa, camina y se espuma,
el hombre que teme al querer.
Y sobre las piernas escribe memorias
en hojas que avivan su fé.

El hombre desea que nunca se acabe
en su mente la idea de ser,

el hombre que sueña, que siempre él sueña,
que sueña que no teme ser.

Invisibles

las flores salvajes no necesitan matices,
no necesitan amarillos cómo los girasoles,
no necesitan blancos cómo los jazmines,
no necesitan la paleta de las fresias.

las flores salvajes, cómo vos, se burlan de lo que existe,
por eso nadie las ve.