miércoles, diciembre 19, 2007

El desaprovechamiento del espacio interior

Hace varios días que me visita una avispa, se esconde en la electricidad y después huye.
Tiene el cielo lleno de cables, y nubes dicroicas. Arriba de la cocina.

Y una puerta abierta al mediodía de lava.

Ni los gases pueden derrumbar su cuna de transistores.

sábado, diciembre 01, 2007

(mil) Mañana

no me duele nada
no sucede nada cuando ejecuto una mañana entre tantas.

hay en vidas anteriores, estrechas relaciones de mística y canciones.
pero yo no puedo dejar de temblar,
el nudo desarmando y la velocidad,
internando a los vecinos de la música.


a mil tiempos, desde mil hojas. entre mil hebras.

la mañana anónima me ejecuta, y no sucede nada más.

miércoles, noviembre 28, 2007

Sueño

Cuando crucé la puerta y me encontré en una cocina, sólo atiné en ir hacia la heladera y servirme un vaso de agua helada.

Una señora de edad avanzada y brillante cabello plateado limpiaba las hornallas en dónde, supuse con certeza, se había volcado leche al hervir (el olor era inconfundible).
Sobre la mesa, un diario de un Lunes, desplegada. Unas bolsas de nylon llenas de almendra.

Ambos permanecimos un rato en silencio, inclusive un inmóvil gato parecía mantenerse flotando en el aire vacío. Hasta que ella sin mirarme, sin dejar de limpiar nunca y con voz opaca, de bronce gastado enverdeciéndose, dijo: -¡qué sueño!

Yo ya estaba cruzando de nuevo aquella puerta,
expectante de lo que vendría, masticando frutas secas.

martes, noviembre 27, 2007

Esperas, costumbres, paciencias

¿Cómo acuchilla este postergar?
Presiento el calor...
se escudan niños en silencios desnudos, breves, bebés.

Apenas suspirantes de poesía. Nosotros, insistimos con el mediodía.
Revisándonos.

Antes, se quebraron mis suelas de quietud.
Retorna el ahora... desmadrado,
como insinuando su miedo frágil y postrero,
su invitación de caverna arcaica.

Es propagarse en ciertas ciencias, magias y almanaques.
Cartílagos y morteros, los siempre invisibles.

domingo, noviembre 25, 2007

Viene a dormir en el piso de madera

Viene a armar un cuadro.
Desde que dijo que iba a volver
y su perpendicularidad en revuelta de vientos nobles.


Viene a amar tu nombre con su piel oriental.
Y se pregunta si el húmedo piso de madera será el altar de las ficciones.

El piso de madera en donde dormirá, en el cuadro.

jueves, noviembre 22, 2007

Las mismas huellas

Me olvido sentado sobre una ventana.
Encima de mi… el cielo céntrico.
Me niego a la dispersión de los movimientos, y a la vida invertebrada.

Hay un genocida que rodea la manzana. Y el pueblo desmiente al pueblo.
Tuve un temblor premonitorio, y me cansé de los ríos de sangre.

Y aún el umbral perenne, como hace años.
Nunca acudí, nunca llegué a la montaña dónde me esperabas desabrigada.
Sin embargo, sé que seguís ahí… exenta de grillos y rebalsando de raíces.

Estas huellas siguen siendo las mismas, de placer y dolor.

Y a los sueños todavía los resguardo del ruido de los fusiles.

jueves, noviembre 08, 2007

Insecto

En la cisterna mitómana,
a la que crees “el mundo”,
se hospeda tu cabeza parcelada.


Sólo escribiendo palabritas en marrón oscuro y pastos de obsecuencia.


Cayendo, flagrando en la avestrucidad de la ciudad.
Tu virtualidad es sombra de insecto.


Casi nadie es algo en vos y vos sos nada en todos.
Un tallo de vivir indigno
y un temblor constante y eterno que es espina.


Insecto.

sábado, octubre 27, 2007

Casa enrejada

Llantísmo, en la cúspide invertebrada de la certidumbre.

Ya no hay costumbres abrasadoras

que te proverbien en carne muerta,
complexionando un mecanismo de disolución aparente.

Es tardía la física de los temores
que comienzan a tejerse en comprimidos de 2 mg.
Camas de pensiones vacías y alguna luz cítrica.

De lo casual a las piernas, de la invitación al olvido,
del sinsoñar al trapecio, de posponer el infierno encapsulado.
Aún ese puente firme sobre el fin de la locuacidad.

En el fondo de la casa, junto al gallinero y algún quincho improvisto.

Sentir el paisaje y su cadavérica espalda.

jueves, octubre 25, 2007

Recuerdo

A veces siento a las montañas moverse tras de mi, con sigilosa habilidad.
Son esas veces en las que el mundo no enciende, o no logro encenderlo.

Son los días de laureles secos, de tus presunciones, y mis parautoestimas. De la imposibilidad de convertir la madrugada, de proverbiar una caricia, de desestipular la melancolía perenne.


Cuando tu mano era repetición pseudocasual, trataba de construir el cariño en el cariño, la sensual estridencia.
Esos días fueron caravanas, latiendo y transcurriendo, convirtiéndose en recuerdo.


Ahora a veces siento a las montañas moverse tras de mi, con peligrosa habilidad.

Son estas veces en que la saliva es espesa, casi de cal.

lunes, octubre 22, 2007

Tus manos

Mano inmensa, y siempre llena de caricias y de alivios,
de ventanas entreabiertas, de batallas al olvido.

Tus manos mamá son de alcoba, de pie, de raíces hondas.
Al fondo de cada día, extraño tus manos cómodas.

Como creencias y animales, como espaldas, siempre atrás. Cuidando.

Y sólo una vez me encontré a mí,
sentado en una habitación,
sin nada y nadie...

y un cielo que estallar.

Como siempre, a la hora en que todo es fantasmal.

domingo, octubre 14, 2007

Día, ocaso, animal

Se consume el último mate cómo bálsamo.
Inundan la pieza seca, los hombres de día
y borronean la vida de magma y cinismo.

En la terca quimera de no ser animal
llorarán truenos y babas.
Comerán al pie de la mesa, al pie de un maltrato
y seguirán siendo hombres, sólo hombres.

Hombres que no deberían seguir a su sombra
pero se someten a ella, a cada sol, y a cada hombre.

martes, octubre 09, 2007

Butterfly

Son tus alas castigadas, entre el polvo y la evidencia.
La muerte es una palabra, que cada mañana muere en los lagrimales húmedos por la intrusión de la luz del sol.

Op, tri, mens. Minutos y patologías.

Y un montón de chatarra apilada y acariciable. Ecos infiernitos, tu voz es la línea maldita.

Todos guardamos un suicidio en el placard, como la mariposa.

lunes, octubre 08, 2007

27

Soltaremos las manos, justo antes de ensombrecernos. Cortaremos los caminos con nuestras lunas, estrepitosas, divinas.

Esta mañana no fue una de esas verdes y amarillas.

Hoy quiero quedarme quieto y soltar las manos. Puede que todo esto se inhale.
También puede que haya cuerpos en la orilla, descansando al sol.

Casi todo el verso se llenó de estrellas, perdidas, vagabundas.

Hago esto por pura necesidad, me refiero al último número par y a las diferentes formas de esconderme. Inhalando.
Hoy crezco en la tristeza, puerto anegado de mar agrio.

Vamos a vivir la sombra. Vamos a soltar las manos.

viernes, octubre 05, 2007

Extrañando el desierto

La punta del lápiz invierte su tiempo en matarse y transportar.

Mientras observa entreviendo y escondida en su arte.

Al miedo flexionado, aromas de piezas privadas de ser... cual un desllorado ensueño en quilates.

Tras trazar ciertos mapas espontáneos para entender la ternura.
Vacilas, vacila silente. Con firme tesón se sumerge y ahoga.
Y al mundo proyectar las manos de Perón, como estribillos. La cabeza golpea.


(Nota: leálo de todas las formas que se le ocurran, inclusive de aquellas que tengan algún sentido)


jueves, agosto 30, 2007

Galería mendicidad

Hacen olas las miradas. Con la cadencia de los observadores.
El suspiro te detiene y los pasajeros voltean,
sentís la presión de estar sentada junto a un cúmulo.

Ves pasar pasos, peces, putas, poses. Putas poses.

Desprecias la liviandad, y tu sombra inquieta y parlante se vuelve marzo, pesaj y afecciones cardíacas que diluyen sus sueños de refractarse.

El vagón teatraliza un Berni… hay gotas de rutina y humedad.

lunes, agosto 27, 2007

Alumbrar (solvenido)

Ana tejió un corazón impermeable.
Cada día se estiró la idea del tiempo.

¿Dónde se acaba esta explosión que veo en el cielo? El humo es absurdidad, como los dos niñitos de la escalera.

Luego todo fueron guisos y arroces amamantados. Y es que Ana imaginó un corazón y lo tejió en su sexo, un inmenso corazón naranja.

viernes, agosto 17, 2007

Los gritos

Cuando quiero estallar, se licúan los pantános imperfectos donde hundimos las rodillas para sentirnos seguros.
El animal del vino, me ahuyenta y me posee. Y murmura sinrazones.
Canciones de cuesta abajo.

Cuadrangulares del insomnio y volverme indiferente para con mis manos.
Los otros son las bocas del destino incierto.

Cuando quiero estallar, es tallo y flor de liberación.

La oreja de mi madre siempre fue una ventana entreabierta.

jueves, junio 28, 2007

Súbitos

Se duerme el poeta en el miedo, y ante todo lo laxo… se estremece.
Postrado en sus propias esferas, de musgos.

Es audible tu caída, a veces infiel.
¿Cada piedra es caliza en tus manos? ¿O es el vendaval de olvidos lo que te armoniza?

Tengo un sueño en Antioquía y un poema interminable. Antes de ayer.
Pero no son restos.

domingo, junio 10, 2007

Bailarín

Es inútil creer con las persianas bajas,
detrás de una mañana.
Así como es innato en la comisura,

sentir ardor y vaciar de vida un cielo.

Tanto como ya hemos sido,
y seguir bebiendo. Ser el bailarín.


“…Locura es estar ausente
humo es todo lo que queda
de mí en la página que no hay
cae al suelo mi figura
y libre de mí se mueve
el papel de pura ausencia.” (Leopoldo María Panero)

martes, mayo 29, 2007

Injusticia cíclica

Invitados a un río, nos disgustamos por la sequía. Así es que posaban mareadas las piedras sin la corriente.

Cuando fuimos esa tarde, fuimos naranjas, ocres… extraños y truenos.
Tres o más susurros que duraron lo que el rápido movimiento ocular de algún sueño.

Se deshizo el tiempo de estar leídos, anecdóticos, a tientas, e invisibles.

De luna, abrazamos una porción de infinitud y sentimos las sienes desnudas.
Temblamos como pidiendo que no se termine, pero ya nos sorprendía la ira con su aurora.

martes, abril 03, 2007

Marcavidas

tu insensible dar vueltas aprisiona.
va dejando atrás al tres.
y vuelve encontrándolo.

tu cuerpo mecánico y resonante. gira obstinado.
como el movimiento del mar. ola tras ola.

un percutir, tan lejos.

mis costillas se apoyaron donde tu ser se detiene.

viernes, marzo 02, 2007

Rehén

Esta red de sustos que me abraza, no es más que una invariable red de sustos que me abraza.

Y diluvia sobre el vocerío cómplice.

lunes, febrero 26, 2007

Periferia

en el vientre... la humedad es paciencia.

revisar el útero y punzar profundo, profundo, profundo
hasta envolver con lágrimas pinceladas.

todo es de morir, y yo también soy de orillas.

viernes, enero 05, 2007

Ondulantes (non opción)

Afuera camina, disfruta el paseo innatural... Adentro se agota a pasos.
Despierto reacciona al impulso... Dormido muere en su inercia.

Todo un mapa de apagones, ecuánimemente atormentados.

...

Mantiene su equilibrio finito, y repiensa su orden ignominioso.
Hipócritamente sociabilizado.

...

Nubes de postergación en los labios, encarrujándose.

jueves, enero 04, 2007

Entre chispas y belleza...

¿De si hay cosas bellas en la gente?
Cuando alguien se aproxima puedo percibirlo.
Esta ahí, en vibración.

Caminando.

Entiendo que puedan llegar a presentarse situaciones de disgusto,
este, evidentemente, no es el caso.

Es sí, una especial mención.
Especialísima.

Es no descuidarse...
descuidándose, claro.
Así de aventurada es esta proclama.

...

Por que ahora estoy solo aquí.
Si es que me quieren y por ahí siéntome querido.
Pero ahora, aquí: solo.

...

La aproximación... es, por supuesto, inexacta. Caótica y descomunal.
Hasta ahí el acceso.
Es notable que la chispa perdure, en el espíritu. Donde sea que este.
Aún cuando no tenga fuerzas, ni modos, ni conexión-comunicación.
Esta ahí. Como cada sol, que es el mismo.

Ella pues.

Calor in(humano)

Despiertan en aires ocre, en venas y ominosos mares.

Sus sombras como reposos de gigantes se adueñan de nuestras cartas tardías.

Desexistiendo perfeccionan los puertos donde anclan a diario cadáveres de otros, mismos ellos.

Soledad en forma de brasa, brillando las manchas de hoy.

Sonrisa



Sonrisa... contame por que no apareces cuando entibian las esquinas donde llueven al revés los dientes apretados del microcentro.