viernes, agosto 16, 2019

El jardín pasado

Antes, sostenías poco tiempo la mirada pero menos tiempo aún el silencio.
Ahora, tratás de medir la profundidad de los ecos.

Antes, cuestionabas las palabras que escribías.
Ahora, leés hasta las instrucciones obsoletas de las piedras.

Antes, huiste al secreto refugio donde los hombres cansados se encuentran para aliviar el sinsentido de su hastío.
Ahora, volvés al lugar que abandonaste y lo notás similar a los anteriores.

Y aprendés que perdiste la facultad del asombro y llorás por no haber cuidado el jardín.