Una noche con misterio, se preguntará
usted...
¿Por qué los caballos duermen? Aquí, allá, y más allá. Dormidos.
No correrán ni atenderán.
Sin embargo, están dispuestos, vacíos y llenos a la vez... como las
cosas.
Hay heridas, carencia y microscopia.
Inutilidad tan útil.