Todas sus armas nos apuntan, mientras
nuestros ridículos dardos no encuentran nada contra lo que disparar sino una
histéresis, una rígida nada, un fantasma capaz de absorber cada chispa en un
ectoplasma de información, una sociedad de la capitulación regida por la imagen
de la pasma y el ojo absorbente de la pantalla televisiva.
jueves, noviembre 30, 2017
martes, noviembre 14, 2017
Misterio amarillo jaspeante
El cielo es mucho más bajo acá,
dónde hay más verde que en tus casas
y las sonrisas, en el aire dulce,
son permanentes.
Bajo hartos gritos, escribo.
Acerca de este misterio amarillo jaspeante
que hoy me mantiene desvelado.
Y acerca de los kilómetros de pasto a mi alrededor.
Y no sé si tengan relación alguna estas esferas,
ni siquiera sé si quepan la una en la otra.
Aún empujando con la fuerza de tus pies.
De todos modos no es algo que me importe,
yo nunca me imaginé el mundo sin puertas ni amarillos.