miércoles, mayo 24, 2006

Estado

2 mundos fallecen en sus horizontes. masacra la condición de conceptuar.

frontispicio gastado y amarilleado de la fábula de un sol.
repasos de pasos, de obstáculos perdidos, de nuevos relojes, de nieve y dilema.
mareo invencible y constante, carencia de puentes a mí.

marcó la ola de muerte, de estupidez que miente, de insensible sopor.

miércoles, mayo 03, 2006

Cómo concluir un cuaderno

A trazo y trazo en un momento,
figuradamente se acaban sus páginas.
El cuaderno tiene su rutina.
Es distinto cuando las hojas escritas son las del comienzo
y distinto según donde se apoye.

Resulto que apurado iba.
Caminando rápido por la inquietud y la velocidad infame que me regala con caridad el mundo.
Lloviendo garúa, es gris todo, adoquín y garúa.
Y los pasos rápidos que en una libretita destartalada anotan rápidas arritmias y pensamientos.
Pasos, por mentado intento les rebajo mínimamente la velocidad.
Se vuelven lentos pero igualmente me llevan.

Doy justo de frente con más gris, cuando levante la vista, la libretita aún escribiéndose.
Últimos segundos de lapicera en mano
y escribo con el dedo, o con las gotas.
La vista sigue delante, más gris.
Delante, detrás, a los lados, arriba, abajo.


Me pierdo por sugerencia mía.

Febril inconclusión

Espere oír por cosas tu llegada.
Por más cosas deje de asistir a la piel morena de las letras que empujan mis sueños de ayer, cuando caen del techo llamas que secan la humedad del color de un antes, menos claro.

La capital grita su voz de centro, espacio de cotidianeidad con aire a tu pelo que despeinas en tardes/caminos.

La ansiedad de verte ciego en un cuarto que siempre alumbras, luciérnaga infinita que evades finita la luna de día, sopla tu risa el polvo de un pasado que dispara pétalos contra un extremo de otro.

Yo, blanco de una nada que muere perfumada en el fondo donde se seco el canelo.
Inconcluyo febril.

martes, mayo 02, 2006

Dos

Corazones en plena marejada, se impulsan y se dejan crear, creer y crecer.
A distancia, unidos por su instinto-deseo,
por su desvivirse, por su alcanzarse.

Llegan desde todos los vientos,
las palabras que acunan mi soledad

y repintan tu cara de miel, tu signo del alba,
tu dínamo de luz que me es llama.

Reposa la espesura de un sueño, se acuesta diminuto en la pendiente de otro más. Panorama onírico de dos acróbatas.

Paliar con las muñecas un llanto, que agota siempre en encierro.

Cometido de dos.