Todo los días de sus 8 años caminó en
círculos por sus sueños de vida. Esos que hacen retorcer las barrigas de los
tipos más hijos de puta. Todos los días pensó en arcoirís de juguetes y baldeó
los pabellones de ojos húmedos. Yugó contra los parásitos que le hacían
cosquillas. Trepó hasta lo más blanco anudado de nubes. Todos los días sonrío,
sin saber por qué. Y todos los días conversó a un angel. Todos los días debe
hacer lo mismo. Montado a algún león, que le come su corazoncito y lo devuelve
hecho jardín. Todos los días su misterio me hace temblar, y no puedo más que
sonreir con él.
1 comentario:
Conmovedor al por mayor. Sincero, penetrante, estremecedor, inocencia frustada quién sabe por qué. Un abrazo-Graciela.
Publicar un comentario