La punta del lápiz invierte su tiempo en
matarse y transportar.
Mientras observa entreviendo y escondida en su arte.
Al miedo flexionado, aromas de piezas privadas de ser... cual un desllorado ensueño en quilates.
Tras trazar ciertos mapas espontáneos para entender la ternura.
Vacilas, vacila silente. Con firme tesón se sumerge y ahoga.
Al miedo flexionado, aromas de piezas privadas de ser... cual un desllorado ensueño en quilates.
Tras trazar ciertos mapas espontáneos para entender la ternura.
Vacilas, vacila silente. Con firme tesón se sumerge y ahoga.
Y al mundo proyectar las manos de Perón, como estribillos. La cabeza
golpea.
(Nota: leálo de todas las formas que se le ocurran, inclusive de
aquellas que tengan algún sentido)
1 comentario:
Estribillos pegadizos!
y un pueblo feliz...
beso.
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