Hoy hay morir en mis suelas, piso muerte a todo paso.
Hoy morí en tu
homoplato
cuando los besos
dejaron de barrer
las tristezas que
allí se posan.
Por la mañana un
hombre murió
en su disfráz.
Al mediodía otro
hombre murió
en evidencias.
Por la tarde
varios hombres murieron.
A la noche, todos
esperan morir.
Hacia tiempo que
no tenía esta sensación,
que no veía cómo
se me escapa el sentido.
Que no abrigaba mis manos con la playa que invade tus caderas.
Ni expelía
metafísicas descomprimidas en el estómago.
Hoy volví a
dormirme en el cuadro
que prometiste armar en el piso de madera
que prometiste armar en el piso de madera
y soñé sólo la
desolación de nuestras pieles secas.
El cuadro también había muerto,
aunque no puedo
afirmar que sucedió hoy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario