jueves, marzo 11, 2010

El cuadro que abandonaste

Hoy hay morir en mis suelas, piso muerte a todo paso.

Hoy morí en tu homoplato
cuando los besos dejaron de barrer
las tristezas que allí se posan.

Por la mañana un hombre murió
en su disfráz.

Al mediodía otro hombre murió
en evidencias.

Por la tarde varios hombres murieron.

A la noche, todos esperan morir.

Hacia tiempo que no tenía esta sensación,
que no veía cómo se me escapa el sentido.

Que no abrigaba mis manos con la playa que invade tus caderas.
Ni expelía metafísicas descomprimidas en el estómago.

Hoy volví a dormirme en el cuadro
que prometiste armar en el piso de madera
y soñé sólo la desolación de nuestras pieles secas.

El cuadro también había muerto,

aunque no puedo afirmar que sucedió hoy.

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