viernes, enero 04, 2008

Cada una de mis piedras

A quien miente, nieve invierte, el color de la sombra.
El sentido pésame por la huída, bajo el oro hirviendo, que no se detiene más que en algún bar frente a las plazas.

Dónde escondo cada una de mis piedras debajo del tobogán, pegado al sube y baja, detrás de la calesita.

Pesan hierro en la ciudad de palo, huyendo, y sudando. Bebiendo frente a las plazas.

2 comentarios:

m. dijo...

la niñez debajo de la costra de los talones maduros.

dentro de las pelusas que barro a diario.

perdida en el paquete de cereales con forma de ositos.
como uno y sonrío.

Sandra dijo...

estas aca,
pero
no me vas a salvar el dia



necesitaria decirte algo,


muda.