A quien miente, nieve invierte, el color de la sombra.
El sentido pésame por la huída, bajo el oro hirviendo, que no se detiene más que en algún bar frente a las plazas.
Dónde escondo cada una de mis piedras debajo del tobogán, pegado al sube y baja, detrás de la calesita.
Pesan hierro en la ciudad de palo, huyendo, y sudando. Bebiendo frente a las plazas.
2 comentarios:
la niñez debajo de la costra de los talones maduros.
dentro de las pelusas que barro a diario.
perdida en el paquete de cereales con forma de ositos.
como uno y sonrío.
estas aca,
pero
no me vas a salvar el dia
necesitaria decirte algo,
muda.
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