Hay agua en todos lados,
cada vez que respiro, respiro un poco,
cada vez que bebo, vuelvo a nacer.
Con los días se llena de manchas el suelo
y vos venís a limpiarme, a sacarme el olvido,
con tu agua y con tu aceite.
Tus niños son cómo gotas,
o es que yo veo agua en ellos
y en sus sonrisas que brotan y salpican.
Nuestra historia es cómo esos perros callejeros
que sólo necesitan todo lo que alguien puede ofrecerles,
un poco de agua del mundo.
1 comentario:
Me cabe Agus! te mando un abrazo y ojalá podamos vernos pronto che!!!!!!!!!
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