jueves, diciembre 24, 2009

Lágrima y río

Quemaban los championes con el sol,
arrugaban colchones y se metían la luna en la ratona.

Engordaban, año tras año, pausando las horas amargas.

Cómo frente al Solís, doblados por el plomo gris,
inventaban las trompetas con los perros acostados
al costado de si mismos.

Compraban mientras les hablaban por la espalda,
vendían sus lágrimas al río.


Sucedío en Montevideo.

2 comentarios:

Juan Francisco Gentile dijo...

me gustó mucho
salute!

JIMEx dijo...

la compañía del perro es genial!